Un cerebro que no interpreta la realidad, la integra...la hace consciencia
05.11.2015 15:13Saber, entender, analizar, conocer...son mecánicas del cerebro de cualquier individuo para poder interpretar su mundo tanto externo como interno. Juzgar es la forma que tiene esa mecánica para calificar en potencialmente benéfico o maléfico eso que percibe como "algo", separando lo que percibe en bueno-malo, valor-antivalor, creencia-anticreencia, odio-amor, justo-injusto, etc. Esa forma de uso del procesador (cerebro) es lo que lleva al individuo a construir una realidad basada en la interpretación de lo que ve, que proviene de experiencias del pasado, de lo que sabe, de lo que cree, en fin de lo que supone que la realidad es. Cuando el individuo comienza a ser consciente de la mecánica que le opera en su procesador, una mecánica binaria donde siempre se trata de quedarse en un polo de la ecuación, es cuando puede empezar a vislumbrar la posibilidad de dudar de su punto de vista...entonces se convierte en un individuo que no rechaza, ni valida lo que ve simplemente se queda allí en ese instante presente "sosteniendo" la contradicción lógica hasta que la misma se diluye en en el vacío que la gestiona. La aplicación cotidiana de esta nueva mecánica-observación es la que produce el gran quiebre interno que sucede cuando ese cerebro y el individuo que lo porta comienza a tomar consciencia de que no existe "eso" que observa porque en sí mismo se ha empezado a diluir ese "alguien" que observa. Allí lo que percibe pasa de ser algo o alguien externo que controlar, que corregir, o cambiar y comienza a ser sólo cuadros a conscientizar. Este proceso puede ser llevado a cabo por un individuo que ha dejado de percibirse a si mismo el centro del universo que percibe y se percibe sólo, y no menos, que como un parte del todo que percibe.
Es en cada instante donde cada individuo puede decidir entrar en la mecánica binaria del cerebro u observar la supuesta contradicción hasta integrarla. La integración de cada cuadro de percepción, cuando es realizada en auto-referencia y de forma genuina, baja a la biología una nueva característica (mutación), abriendo al mismo cerebro la posibilidad de relacionarse con lo que percibe sin interpretarlo. Lo paradójico de la cuestión es que este escrito tiene el potencial de quedar sólo en más conocimiento y alimento para el cerebro-binario si no se decide en cada instante abrirse a la posibilidad de percibir sin interpretar....la pregunta que cabe ahora hacerse es: he leído e integrado lo que el autor aquí dice o lo he interpretado? esa es la gran diferencia entre saber lo que aquí se dice (34) y serlo (51)...la diferencia entre que el cerebro te use o usar a tu cerebro.
Aclaración: Te invito a que lo leas más de una vez..... La clave no está en dejar de interpretar ya sino en observarme como lo hago!