Sobre la integración y la sombra

03.12.2013 23:46
Nos pasa casi a diario que nos enojamos y nos tomamos personalmente situaciones o dichos de las personas que nos rodean y muchas de esas veces sabemos, muy por dentro, que no era para tanto…. Ahora bien, ¿de dónde provienen esas reacciones? ¿por qué nos molestamos diariamente por situaciones que escapan de nuestro control? ¿qué es lo que nos hace reaccionar de forma desmedida frente a situaciones de toda índole, por ej., el tránsito, la política, etc?
Nuestra “mente” puede ser dividida en dos partes fundamentales: una parte consciente y una inconsciente. La primera hace referencia a todos los aspectos que hacen a nuestro razonamiento, es decir que es la encargada de tomar todas aquellas medidas que dependen de nuestra decisión “consciente” para ser realizados. La primera, que es la que nos diferencia del resto de los seres vivos a excepción de los chimpancés y los cetáceos, procesa alrededor de 40 estímulos por segundo a diferencia de nuestra mente inconsciente que procesa alrededor de 40.000. Y la segunda es la que analiza todo nuestro ambiente percibiendo las señales tanto externas como internas y las procesa para reaccionar de forma inmediata, la mayoría de las veces sin supervisión de nuestro consciente. El inconsciente engloba todos nuestros patrones aprendidos: toda la información, incluyendo memorias, aprendizajes, creencias, que ha sido incorporada a lo largo de nuestras vidas y que ha quedado guardada para poder realizar nuestras acciones automáticas. Ambas partes de nuestra mente operan de forma increíble juntas…gracias a esa interacción es que puedo estar pensando en que escribir en este artículo y a la vez tomarme el colectivo y llegar caminando a casa sin problemas.
La barrera entre nuestra parte consciente y inconsciente es, podríamos decir, relativa y “unidireccional” en la mayoría de las personas. Esto quiere decir que el inconsciente puede aflorar fácilmente en nuestras decisiones “conscientes” pero es muy difícil tener al alcance, voluntariamente, lo que nuestro inconsciente guarda. Por ejemplo, mientras yo decido conscientemente planear que voy a hacer mañana en mi tarde libre, es la mente inconsciente quien está dirigiendo el resto de mis acciones. ¿Y cómo es que lo hace? Basándose en mis experiencias previas y, sobre todo, en cómo se lo han enseñado!! Sin embargo, debe quedar en claro que nuestra mente consciente puede reprogramar los pensamiento y acciones cuando ve que hay algo erróneo en lo que nuestra mente inconsciente ha decidido.
Esa parte subconsciente de la que hemos estado hablando es también denominada sombra. Nuestra sombra se va generando desde pequeños, en cada una de nuestras experiencias más relevantes. Por ejemplo, cada vez que aceptamos una acción como correcta su opuesto queda impregnado en nuestro inconsciente como nuestra sombra, como deseos no reconocidos o partes de nuestra personalidad reprimida. Ahora bien, ¿en que afecta nuestra mente inconsciente o sombra a nuestras reacciones diarias? La sombra se manifiesta en todos nuestros actos involuntarios impulsivos. Y esta parte es fundamental para encontrarle respuesta a nuestras preguntas iniciales. Carl G Jung decía que “cada uno de nosotros proyecta una sombra tanto más oscura y compacta cuanto menos encarnada se halle en nuestra vida consciente. Esta sombra constituye, a todos los efectos, un impedimento inconsciente que malogra nuestras mejores intenciones.” Proyectar no es más que ver en el otro el reflejo de uno mismo. Es decir que el hecho de que no seamos conscientes de nuestra sombra, y por lo
tanto esta aflore en nuestras acciones impulsivamente todo el tiempo, conlleva inevitablemente a ver el reflejo de nuestra propia sombra en el otro. Por lo tanto, no es lo que hace o hay en el otro lo que realmente nos molesta sino más bien aquello reprimido, oculto o rechazado que es parte de nuestra sombra y que el otro nos muestra!!
“Todo lo que reprimimos nos debilita hasta el momento en que descubrimos que también constituía una parte de nosotros mismos”. Robert Frost.
Nos pasamos nuestra vida viendo el reflejo de nuestra sombra en los otros como un ataque, sin darnos cuenta que el otro o la situación “conflictiva” está ahí porque necesitamos trabajar esa parte de nuestra sombra….si algo nos molesta sólo tenemos que preguntarnos ¿qué es lo que hay en mí que me hace ver esto como una ofensa?, ¿qué es lo que no estoy aceptando de mí mismo? Y tener siempre en claro que nada tiene que ver con el otro…la sombra se expresa en el otro para que nosotros podamos darnos cuenta de donde tenemos que enfocar nuestra atención y nada más….sólo vamos a poder decir que nuestra sombra está integrada cuando realmente no haya nada afuera que nos despierte un sentimiento negativo…realmente nada nos puede molestar si estamos en paz con nosotros mismos y eso se logra trabajando a diario en uno mismo…integrándonos!! Y aquí es donde radica la importancia del autoconocimiento, aquí es donde entendemos que mientras más nos conozcamos (incluyendo los buenos y malos aspectos) y hagamos conscientes de nuestro subconsciente, conscientes de nuestra sombra, más integrados vamos a estar con nosotros mismos y por lo tanto en paz con nuestro entorno.
 
“Prefiero ser una persona completa a una buena persona”. “Lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino” Carl G Jung.
 
Fuentes:
-Biology of belief. Bruce Lipton
-La vida es un espejo. Enric Corbera. https://www.youtube.com/watch?v=tqDdvvFRtcA
-Encuentro con la sombra. C. G. Jung, J. Campbell, K. Wilber, M-L. von Franz, R. Bly, L. Dossey, M. S. Peck, R. May, J. Pierrakos, J. A. Sanford, S. Nichols, L. Greene, B. Hannah, J. Bradshaw y otros.
-La sabiduría del eneagrama. Don Richard Riso & Russ Hudson.
-La aceptación como punto de partida. Roberto Perez. https://www.robertoperez.net